Ocupa un lugar importante en la historia de la arquitectura griega antigua, inscrito en el catálogo de monumentos del Patrimonio Universal de la Humanidad de la UNESCO. Una de sus características más destacadas es que el exterior es de orden dórico, mientras que en el interior es jónico y las columnas están decoradas con capiteles de orden corintio.
Protegido con un techado especial desde 1987, el templo de Apolo Epicuro se alza a 1131 metros de altitud en la ladera occidental del monte Cotilo, cerca de la antigua Figalia. Desde el lugar donde se encuentra, las vistas son panorámicas. Constituye uno de los monumentos de la antigüedad clásica mejor conservados, conocido desde siempre; de hecho, Pausanias lo describe como el segundo templo del Peloponeso en belleza y armonía, solo después del de Atenea Alea en Tegea.
Muchas son las novedades que se aplicaron tanto en el interior como en el exterior y su distribución ocupa un lugar destacado en la historia de la arquitectura antigua. Una de sus características más destacadas es que el exterior es de orden dórico, mientras que en el interior es jónico y las columnas están decoradas con capiteles de orden corintio.
El reconocimiento internacional le llegó en nuestra época cuando en 1986 fue incluido entre los monumentos del Patrimonio Universal de la UNESCO.
El culto a Apolo en la zona de Basa se remonta al siglo VIII a.C., cuando se adoraba a un dios de la guerra, puesto que la mayor parte de los hallazgos son armas. La región tomó el nombre de Basa posiblemente dada su morfología con muchos pequeños barrancos (bassai o bessai en griego antiguo). En el siglo VII a.C., los habitantes de Figalia dedicaron el templo a Apolo Epicuro, puesto que creían que con su ayuda habían conseguido recuperar en el 659 a.C. la ciudad, que había sido tomada por los espartanos. En el 429 a.C. el culto continuó puesto que creían que el dios les había salvado de una epidemia.
En la antigüedad, probablemente existió en la zona un témenos con uno o dos templos del 600 y del 500 a.C. El de época clásica, el que vemos hoy, era obra de Ictino, según Pausanias. Fue construido en el 420-400 a.C. y el arquitecto consiguió combinar muchas características de la antigüedad - requeridas por la conservadora tradición religiosa de los Arcades - con algunos elementos de la época clásica.
No presenta la orientación característica de este a oeste, sino de norte a sur. Fue construido principalmente con piedra calcárea, aunque algunas de las partes del tejado, los capiteles del sekos y las decoraciones escultóricas son de mármol.
El templo es el único que combina elementos de los tres órdenes arquitectónicos de la antigüedad. Son de orden dórico el períptero, el dístilo con pronaos, el sekos, el ádyton y el opistódomo. Tiene 6 columnas en los laterales estrechos y 15 en los anchos. Así, su forma es más alargada, como en los templos antiguos. En el interior del sekos, a lo largo de los largos laterales, hay cinco semicolumnas de orden jónico. Entre ellas, una de las columnas cuenta con el capitel corintio más antiguo de la arquitectura griega. En el ádyton, que se encuentra tras esta columna, seguramente se guardaba la estatua de culto del dios. El techado del templo era a dos aguas con mármol, de orden corintio.
El templo estaba rodeado de un zoóforo de orden dórico con metopas y triglifos sin decoración.
El templo estaba decorado con una excepcional zoóforo jónico de mármol de una longitud de 31 metros y 23 pacas de mármol de excepcional valor escultórico. En la décimo segunda existe una representación de la amazonomaquia, y en las 11 restantes de la centauromaquia. El escultor del zoóforo quizás fuera Peonio, que también creó en Olimpia la famosa estatua de Niké.
Las excavaciones del periodo 1902-1903 en el yacimiento arqueológico descubrieron otros dos pequeños templos dedicados a Artemisa y a Afrodita. Parece ser que fueron utilizados durante todo el periodo antiguo y clásico, pero fueron abandonados definitivamente hacia finales del siglo III a.C.
Textos de odysseus.culture y de arxaiologikoktimatologio.gov.gr
El robo del zoóforo
Puesto que se encontraba en un lugar aislado de difícil acceso, el templo de Apolo Epicuro fue abandonado. Las primeras excavaciones sistemáticas tuvieron lugar en 1812 por un grupo de científicos amantes de la historia antigua. Fue entonces cuando se descubrieron las 23 placas del zoóforo. Por desgracia, fueron trasladadas junto con el resto de fragmentos escultóricos a las playas del Jonio y, desde allí, a Zakynthos (Zante). En 1815 acabaron en el Museo Británico, donde el zoóforo se vendió en una subasta. El robo provocó intensas reacciones. De hecho, el inglés Chr. Miller lo caracterizó como un acto de vandalismo, igual al realizado por lord Elgin.
Mínimo consuelo supuso la oferta del Museo Británico cuando en 1963 ofreció a Grecia un juego de 23 moldes de yeso de las placas del zoóforo. Uno podrá verlo en la Biblioteca Pública del pueblo de Andritsena, cerca del Apolo Epicuro; el otro se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Una versión cuenta que el templo fue descubierto ¡gracias a un zorro! Saltó entre los restos durante una de las primeras excavaciones y en el hueco que creó apareció una metopa antigua. Continuaron excavando durante los días siguientes hasta que encontraron las placas de mármol del zoóforo.
Sabías que
Ver un vídeo del templo antes de instalarse el techado protector. Fue grabado por el director Jean - Daniel Pollet en 1964 y en 1965 fue premiado en la bienal de París.
En el yacimiento arqueológico, durante el verano, puede asistir a algunas actividades culturales realmente interesantes.
Teléf.: 26260 22275.
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