Construida a los pies del Taigeto, conocida en todo el mundo como Monumento del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1989, Mistrás refleja la grandeza de su pasado. La ciudad fortificada y las increíblemente bien conservadas estructuras que han quedado son testigo del brillante pasado de una de las ciudades más importantes del Bizancio tardío. Aquí vivió, imperó y fue coronado el último emperador del Imperio bizantino, Constantino XI Dragatses Paleólogo. Tras abandonar la ciudad, murió luchando en el asedio de los otomanos y la caída de Constantinopla. De hecho, la leyenda del «rey de mármol» está relacionada con Constantino.
Construida a los pies del Taigeto, conocida en todo el mundo como Monumento del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1989, Mistrás brilla aún con la grandeza de su pasado en la región de Esparta. La ciudad fortificada y las increíblemente bien conservadas estructuras que han quedado son testigo del brillante pasado de una de las ciudades más importantes del Bizancio tardío.
Aquí vivió, imperó y fue coronado el último emperador del Imperio bizantino, Constantino XI Dragatses Paleólogo. Tras abandonar la ciudad, murió defendiendo las murallas de Constantinopla contra el asedio de los otomanos. De hecho, la leyenda del «rey de mármol» está relacionada con Constantino.
La historia de Mistrás es una de las más fascinantes de Bizancio. Comenzó en 1249 y concluyó en 1460, cuando el último déspota, Demetrio Paleólogo, la entregó sin condiciones a los otomanos. Sin embargo, el castillo nunca cayó.
Los Paleólogos están vinculados a un periodo de renacimiento de la filosofía y del arte bizantinos que se expresó a través de la hagiografía y de la construcción de iglesias en Mistrás.
INFORMACIÓN HISTÓRICA
La muralla defensiva inicial y el castillo se construyeron en la aislada cima de Mizithra en 1249. Constructor fue el príncipe franco Guillermo II de Villehardouin a cuya familia los cruzados de la IV Cruzada concedieron el Peloponeso tras las caída de Constantinopla (1204). La colina es una ubicación ideal desde la que se controla el valle del Eurotas y donde acampan los rebeldes melingos, una tribu eslava de la zona. En la batalla de Pelagonia en 1259, el príncipe fue capturado por los bizantinos y el emperador Miguel VIII pidió los castillos de Mistrás, de Monemvasía, de Mani y de Geraki para su liberación. Al final, su petición fue aceptada en el 1262 y así se conformó el núcleo del posterior Despotado. Las conquistas de Bizancio pronto se desarrollaron. Las continuas guerras entre bizantinos y francos comenzaron.
En 1289, la sede administrativa de las conquistas bizantinas en el Peloponeso se trasladó de Monemvasía a Mistrás, que en 1349 se convirtió en la capital del semiautónomo Despotado de Morea. El primer déspota sería Manuel Cantacuceno (1349-1380), hijo del emperador Juan VI.
Desde 1382 hasta 1460, el Despotado fue dirigido por la familia de los Paleólogos. A lo largo de los años, mantendría estrechas relaciones con Constantinopla, los emperadores defenderían los intereses de Bizancio en la zona y los paleólogos grabarían su propia historia. Y será en la época de los paleólogos cuando el Despotado florezca. Serán quienes dominen el Peloponeso y apliquen una política expansionista.
Entre los déspotas paleólogos destaca Constantino XI, que marcó y protagonizó el último intento de los griegos de resistir ante los ataques de los otomanos. Además de su capacidad administrativa, diplomática y estratégica, vinculará su nombre con el del llamado Renacimiento paleólogo, una brillante llama que fue entregada de Constantinopla a Mistrás. Importantes personalidades llegaron hasta aquí para desempeñar un papel destacado en la renovación de las letras griegas, contribuyendo al desarrollo de las ciencias, la filosofía y el arte antes de la caída del Imperio.
Constantino será nombrado emperador de Bizancio y morirá en 1453 luchando contra el asedio otomano y la caída de Constantinopla.
Con su marcha, concluirá la época dorada del Despotado. Sus hermanos le sucederían en 1449. Las desavenencias entre ellos provocaron el caos y la anarquía de la que solo se beneficiaron los otomanos. En 1458 Mehmed II conquistará el Peloponeso nororiental y desfilará directamente hacia Mistrás. El 30 de mayo de 1460, Demetrio entregará finalmente la ciudad de Mistrás al general Mahmud Pasha. El periodo bizantino de la historia llegará a su fin. Un poco más tarde ocurrirá lo mismo en el resto de castillos del Peloponeso.
Hasta 1540, Mistrás será la capital del Sanjacado del Peloponeso y uno de los centros de producción y comercio de seda más importantes del Mediterráneo oriental. Entre 1687-1715, intervendrá Venecia. El ocaso comenzará en 1770 cuando Mistrás sea arrasado por los turcoalbanos durante la revuelta de Orlov.
En la Edad Moderna, Mistrás vivirá la despoblación: En 1834 comenzará el éxodo de sus habitantes hacia la ciudad de Esparta, recién fundada.
En 1953 se marcharán los últimos, puesto que el lugar sería expropiado por el Estado griego.
En 1921, un decreto real declara la ciudad monumento bizantino destacado.
LOS MONUMENTOS
Entre sus muchas distinciones, Mistrás cuenta con la de conjunto urbano bizantino excepcionalmente conservado. De esta forma, ofrece a los especialistas la oportunidad de estudiar la arquitectura y el arte de la época. Muy importante es la construcción de templos, puesto que allí pueden estudiarse importantes construcciones eclesiásticas.
En el punto más alto de la colina de Mistrás se alza el castillo, que regala vistas panorámicas. La ciudadela está construía en laderas. La conforman Ano Chora, Kato Chora y Exo Chora con sus monasterios, iglesias y capillas, viviendas y palacios.
La acrópolis y el castillo. El castillo inicial de Villehardouin fue sometido a importantes transformaciones durante el periodo bizantino, franco y otomano. Presenta una doble línea de defensa con dos recintos amurallados reforzados por torres.
Los palacios. Este conjunto fue la sede y vivienda del déspota y fue completado a principios del siglo XV. Destacan las alas de Cantacuceno y de los paleólogos. En el segundo piso del ala de los Paleólogos se encuentra la sala del trono, el llamado «chrysotriclinon».
Las viviendas alrededor de los palacios. Se cree que fueron habitadas por miembros de la aristocracia y muchas de ellas se encuentran en buenas condiciones. Las casas señoriales de Laskari y de Frankopoulos (siglo XV) en Kato Chora son monumentales. Asimismo el pequeño palacio (Palataki) en Ano Chora.
Las iglesias. Son todas naves principales de monasterios. Sin embargo, hoy en día solo sigue en activo el convento de Pantanassa. La mayor parte de estos monasterios pertenece a un tipo de arquitectura mixta, es decir, presentan una combinación de basílica en la planta baja y planta de cruz y cinco cúpulas en la zona superior. Este tipo de iglesia es original y característico de Mistrás. Los templos presentan una decoración excepcional de la época de los paleólogos, frescos de los siglos XVII y XVIII y decoración escultórica con influencias occidentales. En la colina hay más de 20 capillas.
La Diócesis de San Demetrio (Mitropoli Ayios Dimitrios), alrededor del 1270. La iglesia más antigua de Mistrás ha sido el templo diocesano desde su construcción en los primeros años tras la liberación de los turcos. Según la tradición, en 1449 aquí se coronó el último emperador de Bizancio, Constantino XI Paleólogo.
Monasterio de Vrontochi: Incluye la iglesia de Odigitria o Afentiko y de los Santos Teodoros de Mistrás. El monasterio se encuentra en Kato Chora y es uno de los más antiguos y grandes de la ciudadela. Fue fundado en el siglo XIII y pertenecía directamente al Patriarcado de Constantinopla. Le fueron concedidos privilegios, fue realmente rico, con importantes bibliotecas y llegó a convertirse en el centro espiritual de Mistrás. Aquí enseñó Pletón. En cuanto a la Panayia Odigitria, la primera referencia escrita data de entre 1311-1312. A finales del siglo XIX lo llamaron «Afentikó». En el interior se conservan algunos frescos de principios del siglo XIV. En la capilla noroccidental de yeso se encuentra la tumba del déspota Teodoro I Paleólogo, que murió en 1407. Durante el periodo otomano, se convirtió en mezquita.
Los Santos Teodoros (Ayioi Theodoroi) datan de antes de 1296. Es un templo octagonal con 4 capillas. Se conservan interesantes muestras de frescos. Las representaciones de los Santos Teodoros datan del siglo XIII.
Santa Sofía de Mistrás (barrio de los palacios). Se cree que era la nave principal del monasterio patriarcal de Zoodotis Christou, fundado a mediados del siglo XIV por el primer déspota de Mistrás, Manuel Cantacuceno.
Pantanassa (1428). Combina el orden de la basílica de tres naves con el del templo de planta de cruz y cinco cúpulas. Está construido con el sistema de construcción con bloques característico del Bizantino heládico. Se conserva la decoración pictórica original (de alrededor del 1430) en la parte superior y el tejado. Este convento femenino está abierto y puede verse por fuera. Las monjas le invitarán a dulces y refrescos.
Evangelistra (en Mesochora). Un templo de planta de cruz con bóveda. Tiene construido un iconostasio y la decoración se cree que data del siglo XV.
Perivleptos (mediados del siglo XIV). Era la nave principal del monasterio de la Virgen y se cree que fue construido por Manuel Cantacuceno. Sus imágenes, que se conservan principalmente en la nave principal, son del tercer cuarto del siglo XIV, obra de cuatro pintores.
San Nicolás de Mistrás (Ayios Nikolaos), siglo XVII, barrio de los palacios. El único templo de este tamaño en Mistrás, construido tras la entrega de la ciudad a los turcos en 1460. Se conservan algunos frescos que siguen los principios de la pintura de la región de Laconia durante el siglo XVII.
Más información sobre el Renacimiento paleólogo.
**Información obtenida de la página web oficial del Ministerio de Cultura www.odysseusculture.gr
Sabías que
La visita al yacimiento arqueológico puede realizarse a partir de la puerta principal o la puerta superior (la del fuerte). El espacio está señalizado.
En los mapas de Google hay una presentación detallada del yacimiento arqueológico, con señalización e información de cada monumento. Más información aquí
Mistrás se encuentra a 6 kilómetros de Esparta.
El último emperador de Bizancio, Constantino XI Paleólogo (más información en Mistrás)
La leyenda del «Emperador de mármol», según la cual volverá a la vida para liberar Constantinopla de los turcos, está estrechamente vinculada con Constantino XI Dragatses Paleólogo, administrador del Despotado de Morea que fue nombrado emperador de Bizancio en Mistrás.
Constantino XI Dragatses (o Dragases) Paleólogo, hijo de Manuel II Paleólogo, nació en 1404. Asumió la administración del Despotado de Morea abandonando los feudos bizantinos en el Mar Negro y pronto se convirtió en una figura importante. Con su hermano Tomás, recuperaron las regiones de Morea conquistadas por los francos. Poco después, su propósito fue recuperar el predominio del Imperio bizantino, no solo en la región, sino en toda Grecia, luchando contra los otomanos. Consiguió cumplir gran parte de sus objetivos y llegar incluso hasta Rúmeli y Tesalia (aunque estas regiones fueron finalmente tomadas por los otomanos). Fue coronado emperador de Bizancio en Mistrás, el 6 de enero de 1449, y marchó a Constantinopla en barcos catalanes. Murió en la batalla, defendiendo las murallas de la Ciudad durante el asedio otomano de Constantinopla y su posterior caída en 1453.
A su figura se vinculan muchas leyendas de la tradición popular sobre «el rey de mármol» que «cuando despierte, liberará Constantinopla de los turcos».
El Renacimiento paleólogo en Mistrás. El nombre de los Paleólogos - emperadores y déspotas - está vinculado con el periodo de mayor renacimiento y esplendor del arte y la filosofía bizantinos, un periodo en el que se vuelve la vista a la antigüedad clásica. Comenzó en 1261, cuando Constantinopla fue recuperada por Miguel VIII Paleólogo. La contradicción no tenía precedentes: Por una parte, era el ocaso administrativo y económico del imperio, guerras civiles, miseria social; por otra parte, el «Renacimiento», el revivir de la cultura bizantina a través de importantes intelectuales y pensadores que presidieron una vuelta a la antigüedad clásica. Influyó en todos los ámbitos: el arte, las letras, las ciencias. Fue previo al Renacimiento europeo y, sin duda, contribuyó al mismo.
Mistrás, como también Constantinopla, se convirtió en el centro de este fenómeno. Se cree que en la corte de los déspotas Paleólogos - especialmente la de Constantino XI - comenzó a despertar una conciencia nacional, se desarrollaron nuevas ideas y visiones y florecieron las artes - especialmente la hagiografía - y la arquitectura.
Eruditos, artistas, historiadores, científicos llegaron hasta allí para componer, enseñar, estudiar y difundir la cultura clásica. Entre ellos, hallamos al filósofo Jorge Gemisto Pletón, que murió en Mistrás en 1452, al cardenal Besarión, Juan Eugénico, Laónico Calcocondilas, J. Cantacuceno.
Pletón es considerado un importante intelectual. Llegó a Mistrás en 1414 (o entre 1405-1407) desde Constantinopla no solo como maestro y erudito, sino también como personaje político en activo y al servicio del déspota. Era admirador de Platón y de la antigua Grecia.
El Renacimiento paleólogo fue un «canto de cisne» cultural de un imperio que desapareció tras la caída de Constantinopla. Por el contrario, el Renacimiento italiano del siglo XIV no fue sino el principio de una escalada cultural que se extendió a toda Europa.
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